Verano sin postureos

Cada año pasa lo mismo. Llegan la vacas, haces la maleta, bajas las persianas y te dices: “este verano va a ser EL verano”. Y entonces, sin darte cuenta, te encuentras atrapado en una espiral de expectativas imposibles, listas mentales de cosas que vas a hacer, FOMO de manual y una presión sorda, pero constante, por vivir un verano de película.

 

Y claro, si tu feed de Instagram no lo aprueba, parece que no estás disfrutando “lo suficiente”. Como si el algoritmo supiera algo de ti que tú no. Lo cierto es que, sin quererlo, muchos nos pasamos, como Anita Obregón en su época, posando el verano. Grabando, editando, publicando. Si no hay boomerang de brindis al atardecer, no hay plan.

 

Pero es que el verano va de postureo, ¿o no? 

COSAS QUE PARECEN IDÍLICAS EN REDES VERANIEGAS, PERO TÚ Y YO SABEMOS QUE…

1. Esa cala paradisíaca… está llenísima de gente. Solo hiciste zoom y esperaste a que el alemán con la colchoneta saliera del encuadre.
 

2. Esa tabla de surf… nunca tocó agua. Daba mucho juego en las fotos y en la baca del coche


3. Foto en la piscina con el libro… pero no pasaste de la primera página, Jose Luis


4. El cóctel “espontáneo”... que pediste solo porque quedaba bien en foto, sabía a jarabe.


5. Espera, espera, tírate de nuevo… que no ha salido bien la foto


6. La frase "desconectando"... justo antes de tirarte 1 hora eligiendo filtros. 

7. La story en la tumbona… que costó entre 20-50€ alquilar por 4 horas.


8. La ensalada healthy… antes de una cena de croquetas, calamares y flan.


9. El paseo al amanecer… porque la realidad es que llegabas de empalmada y no podías dormir.

 

10. Foto de la ventanilla… cuando el niño del asiento 10B no ha dejado de llorar en 2 horas.

 

11. Esa "aventura en barca/ moto de agua"… con mareo y dos horas esperando para alquilar.

 

12. El "look playero effortless"... que llevabas planeando desde mayo.

Pero lo curioso es que lo que de verdad nos hace felices en verano rara vez aparece en una story. Son cosas pequeñas, lentas, poco fotogénicas y a menudo… completamente tuyas.

PLACERES REALES DEL VERANO (QUE NO NECESITAN NI WIFI)

1. Dormirte bajo la sombrilla y que se te quede la marca de la toalla en la cara.

 

2. El primero (de muchos) helados por el paseo marítimo cuando cae la noche.

 

3. Caminar descalzo y en pelotas por la casa, modo cueva para que no entre el calor.

 

4. Llegar a destino, oler a salitre y humedad y vivir con el pelo eternamente empapado durante unos días

 

5. La cerveza que se quedó caliente pero que aún así te bebes

 

6. El sonido de una partida de cartas en la mesa de plástico del camping o en una mesilla improvisada en la calle del pueblo

 

7. El pan que deja de crujir y las toallas que nunca se secan por la humedad del ambiente

 

8. Que la cena sea sandía, pan con tomate, lata y lo que caiga.

 

9. La ropa fresquita después de la ducha que deja arena en el fondo del desagüe 

10. El “no hago nada durante horas y estoy bien”.

 

11. Quemarte un poco la nariz, pero no pasa nada porque es verano.

 

12. Escuchar la misma canción en bucle y que no te canse.

 

13. El after-beach con amigos en silencio, cada uno con su toalla y en su mundo.

 

14. Encontrar el chiringuito perfecto, con clips que agarran los manteles de papel para que no se vuelen, sin buscarlo ni pagarlo a precio de oro

 

15. Quedarte hasta las tantas hablando sin mirar el reloj… ni el móvil.

Si este verano tienes que elegir, elige lo sencillo. Lo que no sale en las fotos, pero se queda en la memoria. Menos filtros, más siestas. Menos stories, más historias. Menos perfección, más piel salada y pelo revuelto.

P.D.: Y, ya que vas a soltar el móvil un rato, cuida tu piel también sin postureos. Prueba Melonizer, nuestro after sun con efecto potenciador del verano y del moreno: te pone el doble de bronceado en la mitad de tiempo para que puedas invertir el tiempo ahorrado en los planes que de verdad te rentan. Porque el verano se disfruta mejor cuando te lo quedas tú, no cuando se lo das al algoritmo. 

Verano sin postureos

Cada año pasa lo mismo. Llegan la vacas, haces la maleta, bajas las persianas y te dices: “este verano va a ser EL verano”. Y entonces, sin darte cuenta, te encuentras atrapado en una espiral de expectativas imposibles, listas mentales de cosas que vas a hacer, FOMO de manual y una presión sorda, pero constante, por vivir un verano de película.

 

Y claro, si tu feed de Instagram no lo aprueba, parece que no estás disfrutando “lo suficiente”. Como si el algoritmo supiera algo de ti que tú no. Lo cierto es que, sin quererlo, muchos nos pasamos, como Anita Obregón en su época, posando el verano. Grabando, editando, publicando. Si no hay boomerang de brindis al atardecer, no hay plan.

 

Pero es que el verano va de postureo, ¿o no? 

COSAS QUE PARECEN IDÍLICAS EN REDES VERANIEGAS, PERO TÚ Y YO SABEMOS QUE…

1. Esa cala paradisíaca… está llenísima de gente. Solo hiciste zoom y esperaste a que el alemán con la colchoneta saliera del encuadre.
 

2. Esa tabla de surf… nunca tocó agua. Daba mucho juego en las fotos y en la baca del coche


3. Foto en la piscina con el libro… pero no pasaste de la primera página, Jose Luis


4. El cóctel “espontáneo”... que pediste solo porque quedaba bien en foto, sabía a jarabe.


5. Espera, espera, tírate de nuevo… que no ha salido bien la foto


6. La frase "desconectando"... justo antes de tirarte 1 hora eligiendo filtros. 

7. La story en la tumbona… que costó entre 20-50€ alquilar por 4 horas.


8. La ensalada healthy… antes de una cena de croquetas, calamares y flan.


9. El paseo al amanecer… porque la realidad es que llegabas de empalmada y no podías dormir.


10. Foto de la ventanilla… cuando el niño del asiento 10B no ha dejado de llorar en 2 horas.


11. Esa "aventura en barca/ moto de agua"… con mareo y dos horas esperando para alquilar.


12. El "look playero effortless"... que llevabas planeando desde mayo.

Pero lo curioso es que lo que de verdad nos hace felices en verano rara vez aparece en una story. Son cosas pequeñas, lentas, poco fotogénicas y a menudo… completamente tuyas.

PLACERES REALES DEL VERANO (QUE NO NECESITAN NI WIFI)

1. Dormirte bajo la sombrilla y que se te quede la marca de la toalla en la cara.


2. El primero (de muchos) helados por el paseo marítimo cuando cae la noche.


3. Caminar descalzo y en pelotas por la casa, modo cueva para que no entre el calor.


4. Llegar a destino, oler a salitre y humedad y vivir con el pelo eternamente empapado durante unos días


5. La cerveza que se quedó caliente pero que aún así te bebes


6. El sonido de una partida de cartas en la mesa de plástico del camping o en una mesilla improvisada en la calle del pueblo


7. El pan que deja de crujir y las toallas que nunca se secan por la humedad del ambiente


8. Que la cena sea sandía, pan con tomate, lata y lo que caiga.


9. La ropa fresquita después de la ducha que deja arena en el fondo del desagüe. 

10. El “no hago nada durante horas y estoy bien”.

 

11. Quemarte un poco la nariz, pero no pasa nada porque es verano.

 

12. Escuchar la misma canción en bucle y que no te canse.

 

13. El after-beach con amigos en silencio, cada uno con su toalla y en su mundo.

 

14. Encontrar el chiringuito perfecto, con clips que agarran los manteles de papel para que no se vuelen, sin buscarlo ni pagarlo a precio de oro

 

15. Quedarte hasta las tantas hablando sin mirar el reloj… ni el móvil.

Si este verano tienes que elegir, elige lo sencillo. Lo que no sale en las fotos, pero se queda en la memoria. Menos filtros, más siestas. Menos stories, más historias. Menos perfección, más piel salada y pelo revuelto.

P.D.: Y, ya que vas a soltar el móvil un rato, cuida tu piel también sin postureos. Prueba Melonizer, nuestro after sun con efecto potenciador del verano y del moreno: te pone el doble de bronceado en la mitad de tiempo para que puedas invertir el tiempo ahorrado en los planes que de verdad te rentan. Porque el verano se disfruta mejor cuando te lo quedas tú, no cuando se lo das al algoritmo. 

Melonizer

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