La adolescencia marca el orgullo

En la adolescencia, dejas de ser un niño y te ‘revelas’ contra tus padres y contra el mundo. Te vas descubriendo y forjando tu personalidad. Te crees invencible aunque no tengas ni put* idea de la vida. Te arriesgas, te la pegas, aprendes, te levantas y vuelves a empezar... Tienes tu primera novia, tu primer beso, tu primer polvo…

… todo esto, salvo que seas maricón, lesbiana, trans, queer… donde entonces, a lo heavy de la época, se le añade una tarita extra. Si eres gay… me juego un testículo a que tu adolescencia no fue 100% "normal".

Hoy, con motivo del MADO y como colofón a la traca que llevamos este mes del Orgullo, hablamos de adolescencia LGTBIQ+

La adolescencia robada de los millennial y los que vinieron antes

Nuestros abuelos tuvieron que lidiar con una sociedad timorata y una ley mojigata.

Sin ningún espejo donde mirarse, la adolescencia de los gays de la época fue… jodida… en el mejor de los casos. Miraban a la tele y el único maricón que salía era en los chistes de Arévalo. 🤦‍♂️ No hagamos más leña.

Con el tiempo se fueron conquistando derechos legales pero, sobre todo, la opinión de la calle pasó por la tolerancia… hasta la aceptación. Con todo y con eso, muchos crecieron en esta época sintiendo que no encajaban del todo:

• Se enseñaba que para ser feliz necesitabas una carrera universitaria, destacar en los deportes y tener esposa y 1,7 hijos,

• Las pelis, libros y videojuegos estaban llenos de pavos mamadísimos que conseguían que yeguas curvilíneas se mojaran ante la mínima exhibición de violencia y mirada al infinito de madafaka,

• Frases como ‘si mi hijo es gay le querré y le tendré que aceptar’ o ‘que hagan lo que quieran mientras sea en privado’ eran de lo más habitual.

• En las pelis de Disney el malo tenía pinta de sarasa y en Física o Química al maricón le pegaban un tiro,

• En definitiva, si un gay se comparaba con sus colegas (algo que es absolutamente normal en la adolescencia) veía que… algo no era igual.

Había un montón de señales que iban calando sobre lo que era ‘normal’ y lo que no. Y tú, mi ciela… quizás no eras del todo "normal". 😜 Con ese escenario… lo más “normal” es que uno decidiese negar sus sentimientos o ponerlos en pausa. Ponerse una careta para encajar.

¿Te “robaron” la adolescencia?

Si fue así, no fue tu culpa. No podías; no podíamos, no podía uno mostrarse como es.

• Por miedo a la burla, a la agresión o al rechazo,

• O simplemente por las meras ganas de encajar, de pertenecer y de sentirse aceptados y queridos… como cualquier ser humano.

Eso de sentir una cosa pero actuar y tratar de pensar como otra… pues a la larga trae movidas: problemas para establecer relaciones sanas con otros, para confiar, idealizas referentes y/o patrones tóxicos que queremos vivir ahora ya que no lo hicimos en nuestra adolescencia (complejo de Peter Pan de p.m.)...

Aunque podría haber sido peor. Pa’ habernos matao (literal).

Los nuevos adolescentes. Sin mochilas pero… ¿solo en las redes?

Los adolescentes de hoy ya han crecido con la legalización del matrimonio gay, el reconocimiento de la adopción y, desde esta semana, una Ley Trans.

Y tienen una nueva horneada fresca de referentes donde mirarse y coger inspiración para construir su identidad:

• Lil Nas X reivindica en twitter el derecho a ser un power bottom porque los pasivos también son poderosos y se besa con dos negros en prime time además de liderar los charts americanos,

• Existen series interesantes y no caricaturizadas como Pose, SexEd o Euphoria. En esta categoría de series, lo lamento, pero NO entra la temporada 4 de Elite. 😜 Que montarte un trío con tu novio y un compañero de clase en las duchas del vestuario... en fin... 😅

• Disney tiene una serie donde el prota descubre su identidad (con amor, Simon)

• El 50% aproximadamente de los jóvenes NO se define como exclusivamente 100% heterosexual y el 80% cree que el género no define a una persona.

• Y hay muchísimos libros, y pelis y personajes públicos, ...

Las redes sociales, en todo esto, han jugado un papel clave. Pásate por IG o TIkTok y verás a las nuevas generaciones de influencers visibilizando todas las realidades del arcoiris desde una perspectiva de identificación y normalidad.

¿Está todo resuelto entonces? Mmmm desde nuestro punto de vista... nos tememos que no.

Hay gente que ya habla del ‘Reality privilege' o cómo, en interné todos tenemos los mismos derechos y nos podemos expresar como queramos… pero no es cierto que todas esas personas puedan trasponer sus ‘avatares’ virtuales a la vida real.

Al maricón de pueblo que tiene cientos de likes en Tik Tok puede que le sigan vacilando por las calles, a la lesbiana que participa en foros de discusión desde Nigeria la siguen persiguiendo, todavía leemos noticias sobre agresiones LGTBIQ o algunos, de manera más sibilina, siguen diciendo que hay que ‘ocultar de la vista de los niños’ fiestas reivindicativas como el Orgullo.

Orgullo para ver(nos) en las calles a todos

Los que ya superaron hace bastante los 20 años ya no tienen remedio en lo que a adolescencia ‘robada’ se refiere. Pero la visibilidad del Orgullo también sirve para recuperar el tiempo perdido y para asegurar que, a futuro, ningún joven tenga que poner en ‘pausa’ (en el mejor de los casos) sus sentimientos y su contador de experiencias.

Vale también, para que los nuevos críos, vean más opciones desde el principio… que no pierdan energías en tapar y ocultar sino que las inviertan en estar fuera, lucirse y pavonearse.

Y sirve, por último, para barrer estigmas y anacronismos que, por muy casposos que sean, todavía siguen presentes en según qué entornos físicos… porque los virtuales ya hace bastante que los desterraron.

¡Feliz Orgullo adolescentes temporales y eternos!

P.d: Este orgullo, en Siwon colaboramos con la fundación Eddy-G que acoge a jóvenes que huyen de su entorno por maltrato, violencia familiar, bullying o cualquier otro tipo de agresión LGBTIfóbica. Donaremos la mitad de importe de lo que te compres en nuestra tienda online el 3 y 4 de julio con motivo del MADO. 🖤